Nos vamos a la feria de Zafra

Navajas, cazos y cacerolas… cacharros de metal.
Macetas, bastones y sombreros…
Porcelanas, dulces, especias y cencerros.
Y jarras de Cruzcampo, muchas jarras de Cruzcampo.
… porque Zafra es todo eso y mucho más.
Zafra es 65 amigos viajando juntos, compartiendo aguardiente, vino dulce, engañamaridos y tortas. Amenizados por los chistes de dos improvisados humoristas: Gregorio y Juan Manuel.
Hay quien probó “toitos” los quesos. Otros no salían de su asombro ante el tamaño de los morlacos, borregos y marranos.
Más tarde, almorzamos en compañía de D. Fernando Toribio Muñoz y su familia, quienes nos obsequiaron con abundante vino. Nosotros les correspondimos con una imagen de nuestra Patrona como agradecimiento por su generosa acogida.
Luego llegó el cante, el baile y hasta los cubatas.
Y otra vez a la feria, que siempre se olvida algo.
Hubo quien compró la maquinita para deshuesar aceitunas, afilacuchillos, sartenes, collares o golosinas. Todos cargaron con algo.
De todo lo que yo me traje, lo que más me gustó fue el haber pasado un día inolvidable junto a mis amigos corcheros. Eso no tiene precio.